Comparto con la camarada Ivana Cardinale, su escrito sobre la mafia de los calentadores y otros artefactos eléctricos, aparecido ayer en Aporrea como “Presidente Chávez: La mafia de los calentadores eléctricos”. A nadie se le ha ocurrido medir la incidencia del uso del gas en los quehaceres domésticos en el ahorro de energía eléctrica, ni mucho menos incorporar a la construcción de viviendas líneas y acoples de gas para los baños y zonas de lavandería. Fíjense cómo ha sido, dentro de la lógica capitalista, lo contrario cuando la cocina, sitio de preparación del condumio familiar, ha sido invadida por las hornillas eléctricas en detrimento de las de gas. Aquí es bueno recordar que el diablo está presente en los pequeños detalles.
En dos líneas: Hay que desbaratar esas mafias de artefactos eléctricos para avanzar en el uso masivo del gas en los hogares venezolanos.- Dicha política debe darse bajo criterios parecidos a los de la incorporación de gas licuado en el parque automotor- e...
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